S. Fernández-Vidal, S.A. Editorial La Galera, 2011,
208 páginas.
“Si
quieres que sucedan cosas diferentes deja de hacer siempre lo mismo”. Este
enigmático mensaje marcará el día y, probablemente, la vida de Niko, nuestro protagonista,
un adolescente de catorce años. Sin saber cómo ni por qué, coger ese día un camino diferente para ir al
instituto le llevará hasta una puerta que nunca antes había visto y, lo más importante,
a descubrir el maravilloso mundo cuántico través de ella. En su camino en el
descubrimiento de este nuevo mundo, Niko conocerá de cerca las partículas más
elementales de nuestro mundo, entenderá la relatividad del tiempo y hará nuevos
amigos. Una experiencia inolvidable que le implicará en una importante misión:
devolver el equilibrio entre su mundo humano y el mundo cuántico.
“La
puerta de los tres cerrojos” es, sin duda, la novela que nos acerca y nos ayuda
a entender la física cuántica de la mano de la fantasía, el misterio y el
ingenio. Los personajes que nos presentan aunque se trate de seres fantásticos,
tienen todos un lado muy humano que los hace más cercanos. La trama es
entretenida y llena de alusiones que implican al lector. Pero lo que destaco,
sobre todo, de este libro es la claridad de las explicaciones sobre la física
que da y las reflexiones individuales que nos invita a hacer de forma indirecta.
En
síntesis, una novela recomendada para todas las edades y no sólo para aquellos
que sepan de física, el único requisito para este libro son tus ganas.
Rocío Valera
Falla
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