sábado, 1 de febrero de 2014

Baile sincronizado de espines en gélidos gases cuánticos

Investigadores de la Universidad de Hamburgo y el Instituto de Ciencias Fotónicas han observado por primera vez la dinámica colectiva del espín o giro de un tipo de partículas: los fermiones ultrafríos con giros grandes.
Representación de la dinámica de cambio del espín o giro de un sistema fermiónico de muchas partículas

En muchos sistemas de la naturaleza, el comportamiento colectivo juega un papel crucial. En todos ellos, los objetos que participan se mueven, voluntariamente o no, de forma sincronizada. Ahora un equipo de científicos europeos ha detectado el mismo fenómeno en gases cuánticos a muy bajas temperaturas.
Investigadores del Instituto de Física del Láser de la Universidad de Hamburgo (Alemania), en colaboración con el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), han observado por primera vez la dinámica colectiva del espín de fermiones ultrafríos mediante el análisis microscópico de las propiedades de estas partículas a través de sus colisiones locales.
En el micromundo cuántico las partículas se dividen en dos grupos: los bosones (como los fotones) y los fermiones (como los electrones, protones y neutrones). La diferencia entre ellas es básicamente su espín o momento angular intrínseco (giro): el espín de los bosones es un número entero mientras que el de los fermiones es semientero.
Los bosones tienen la característica de comportarse colectivamente, agrupándose y trasladándose de forma conjunta en el espacio. En cuanto a los fermiones, hasta ahora no se sabía si estas partículas podían comportarse de la misma manera ya que, al parecer, son partículas muy solitarias, que prefieren no mezclarse ni relacionarse con las demás.
Pero ahora los investigadores han podido observar que a temperaturas cercanas al cero absoluto las propiedades individuales de los fermiones tienden a agruparse, comportándose como una sola identidad en el espacio del espín.
Al enfriar un gas atómico a temperaturas extremadamente bajas, los bosones presentan la característica de que muchos de ellos pueden ocupar un mismo estado cuántico - constituyen lo que se define como un condensado de Bose. Por el contrario, los fermiones tienen la particularidad de ser singulares ya que un estado cuántico solo puede estar ocupado por una y solo una partícula, según el principio de exclusión de Pauli.
Por tanto, para obtener fermiones ultrafríos, los investigadores lograron atrapar, mediante el uso de una luz láser, un gas cuántico compuesto por átomos de potasio, enfriarlo a temperaturas extremadamente bajas y preparar diferentes mezclas de átomos con diferentes espines en campos magnéticos muy bajos para inducir cambios de espín.

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