lunes, 16 de junio de 2014

Investigadores españoles inventan un simulador cuántico que permite viajes en el tiempo



Expertos en física cuántica en Bilbao han desarrollado un simulador cuántico que permite estudiar viajes en el tiempo, crear partículas más veloces que la luz, abrir la puerta a más dimensiones y, en definitiva, romper las normas más fundamentales de la física. Por inverosímil que parezca, el equipo ha demostrado que la naturaleza puede “imitar” procesos que la propia naturaleza prohíbe. Y por esotérico que esto pueda sonar, este tipo de simulaciones cuánticas abren la puerta a aplicaciones muy reales, como acelerar la creación de ordenadores cuánticos millones de veces más potentes que el mayor de los superordenadores actuales o diseñar moléculas que no existen en la naturaleza y usarlas como nuevos fármacos.
odo comenzó en noviembre de 2009, a última hora de una tarde de viernes, en el grupo de investigación de Enrique Solano. Este físico cuántico, nacido en Perú y con nacionalidad española, y parte de su equipo se hicieron esta pregunta: ¿sería posible que la naturaleza pueda imitar cosas que contradicen sus propias leyes?La respuesta, publicada por primera vez en 2011en Physical Review X, es que sí. “La naturaleza puede imitar cosas imposibles”, asegura ahora Solano, que dirige el grupo de Tecnologías Cuánticas para Ciencia de la Información de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
“Lo que conseguimos fue el equivalente a meter gol antes de chutar el balón”
Para comprender el alcance de su trabajo hay que hacer un viaje imaginario al mundo cuántico. La puerta de entrada a este mundo es unas cien millones de veces más pequeña que un centímetro y tras ella están las moléculas, los átomos y sus componentes más pequeños como los electrones. A estas escalas reinan las normas de la física cuántica que permiten, por ejemplo, que una partícula esté en dos sitios a la vez, y que, por lo tanto,  pueda teletransportarse. En este mundo cuántico se espera encontrar gran parte de las tecnologías del mañana, nuevos materiales, moléculas, fármacos… El problema es que, en este mundo cuántico, explica Solano, un solo átomo de hidrógeno, el elemento más simple que existe, “tiene un número de variantes infinitas”. Esto hace que sea imposible estudiarlas a la vez ni con todos los superordenadores del mundo juntos.
Ahora, imagine cómo estudiar un nuevo material interesante para la electrónica de consumo, la energía o cualquier otro campo. Imagine que una molécula de ese material está hecha de cien átomos, cada uno con variantes infinitas, y confronte la realidad: es imposible. Ahí es donde entra la simulación cuántica. Esta técnica permite crear sistemas hechos de iones (átomos con carga eléctrica) o fotones que, gracias a las propias leyes de la física cuántica, imitan el comportamiento de esos materiales y moléculas imposibles de estudiar de forma directa.

lunes, 9 de junio de 2014

Plasmones del grafeno, una luz para los dispositivos de nueva generación

Investigadores de CIC nanoGUNE, el ICFO y Graphenea proponen una plataforma tecnológica basada en antenas metálicas que permiten atrapar y controlar la luz en grafeno, un material de un solo átomo de espesor. La luz guiada y confinada en este material, de un solo átomo de espesor, puede ser dirigida y curvada siguiendo la óptica convencional, lo que abre nuevas oportunidades para el desarrollo de dispositivos y circuitos fotónicos más pequeños y rápidos.

 Representación gráfica de la refracción de los plasmones del grafeno –puesta en marcha por una antena de oro minúsculo– al pasar por un prisma de un solo átomo de espesor. / nanoGUNE

Los circuitos y dispositivos ópticos podrían realizar el procesamiento de señales y la computación mucho más rápidamente. "Sin embargo, aunque la luz es muy rápida, necesita demasiado espacio", explica Rainer Hillenbrand, profesor Ikerbasque en nanoGUNE y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). De hecho, la propagación de la luz necesita al menos el espacio de la mitad de su longitud de onda, que es mucho más grande que los componentes electrónicos básicos de última generación en nuestros ordenadores. Por esa razón, surge el desafío de comprimir la luz y controlar su propagación en la nanoescala a través de un material dado.

Una posible solución podría ser el grafeno, material de una sola capa de átomos de carbono con propiedades extraordinarias. La longitud de onda de la luz capturada por una capa de este material puede ser reducida considerablemente, en un factor de 10 a 100, en comparación con la luz que se propaga en el espacio libre. Como consecuencia, esta luz que se propaga a lo largo de la capa de grafenollamada plasmón del grafenorequiere mucho menos espacio. Pero la transformación de manera eficiente de la luz en plasmones del grafeno y su manipulación con un dispositivo compacto es todo un reto tecnológico.

Ahora un equipo de investigadores de nanoGUNE, ICFO y Graphenea demuestra que el concepto de antena comúnmente utilizado para las ondas de radio podría ser una solución. El equipo muestra que una barra de metal de tamaño nanométrico colocada sobre el grafeno puede captar luz infrarroja (actúando como una antena para la luz) y transformarla en plasmones del grafeno, de forma análoga a una antena de radio que convierte las ondas de radio en ondas electromagnéticas en un cable metálico.

Nanoantenas de oro sobre grafeno

El grupo de Nanodispositivos de nanoGUNE fabricó nanoantenas de oro sobre grafeno proporcionado por Graphenea. Posteriormente, el grupo de Nanoóptica utilizó el microscopio de campo cercano NEASPEC para visualizar cómo los plasmones del grafeno se ponen en marcha y se propagan a lo largo de la capa de grafeno. Con el fin de probar si la propagación de luz a lo largo de una capa de carbono de un solo átomo de grosor sigue las leyes de la óptica convencional, los investigadores diseñaron distintos experimentos para enfocar y refractar la luz. Para el experimento de enfoque, curvaron la antena. Las imágenes resultantes mostraron que los plasmones del grafeno se concentran a una cierta distancia de la antena, como cuando un haz de luz se focaliza con una lente o espejo cóncavo.

El grupo también observó que los plasmones del grafeno se refractan (cambian de dirección) cuando pasan a través de una doble capa de grafeno en forma de prisma, de forma análoga a como se flexiona un haz de luz al pasar a través de un prisma de cristal.
En el futuro, tales cambios de conductividad en el grafeno podrían ser establecidos por medios electrónicos simples, lo que permitiría un control altamente eficiente de la refracción, entre otros, para aplicaciones de guiado de luz.

En definitiva, los experimentos muestran que los principios fundamentales y más importantes de la óptica convencional también se aplican a los plasmones del grafeno, es decir, a luz extremadamente comprimida que se propaga a lo largo de una sola capa de átomos de carbono. Los futuros desarrollos basados en estos resultados podrían conducir a circuitos y dispositivos ópticos extremadamente miniaturizados que podrían ser útilizados en aplicaciones de detección y computación.

Fuente: http://www.agenciasinc.es/Noticias/Plasmones-del-grafeno-una-luz-para-los-dispositivos-de-nueva-generacion



lunes, 2 de junio de 2014

La física de un globo en un coche

Si hay un globo de helio en equilibro dentro de un coche cerrado, sujeto por su cuerda, y arrancas para acelerar… ¿Hacia dónde se moverá el globo?


Globo y plomada durante una aceleración



En este link, descubriréis la respuesta que es tan alucinante como sorprendente.



https://www.youtube.com/watch?v=y8mzDvpKzfY



La respuesta es que “arriba” se suele definir como el sentido opuesto al de la caída de la plomada. O dicho en fino, la misma dirección, pero con distinto sentido, que el vector de gravedad local.

Si los globos flotan hacia arriba, y arriba es la dirección opuesta a la que cae la plomada… ¡es normal que el globo y plomada se comporten justo al revés!
Todo este asunto da pie a hablar de un asunto profundísimo (demasiado para tratarlo en el presente artículo): ¿por qué una aceleración parece cambiar la dirección de la gravedad? Muchos de ustedes sabrán que, precisamente, la gravedad es una aceleración. Pero, ¿no es ésto un poco raro?, ¿la aceleración no tenía que ver con movimiento?
Aunque no lo crean, observaciones aparentemente sencillas como éstas encierran el germen de nada más y nada menos que la teoría de la relatividad general… con sus exóticas y fascinantes conclusiones: entre las que se encuentran la indistinguibilidad entre masa inercial y masa pesante, y la indistinguibilidad entre gravedad y aceleración. Piensen en ello la próxima vez que suban a un coche con un globo, o, más probablemente, cuando se peguen al asiento de su coche al pisar el acelerador.

http://naukas.com/2014/05/19/la-fisica-de-un-globo-en-un-coche/