lunes, 21 de abril de 2014

Incumplimiento de la segunda ley de la termodinámica

Mirar una película al revés a menudo causa gracia porque sabemos que los procesos en la naturaleza no suelen revertirse. La ley física que explica este comportamiento es la segunda ley de la termodinámica, que postula que la entropía de un sistema, una medida de su desorden, nunca disminuye de forma espontánea. Esto favorece el desorden –alta entropía– frente al orden –baja entropía–.
Sin embargo, cuando nos adentramos en el mundo microscópico de los átomos y las moléculas, esta ley pierde su rigidez absoluta. De hecho, a escalas nano la segunda ley puede ser violada de forma temporal en algunas raras ocasiones, como por ejemplo la transferencia de calor desde un sistema frío a uno caliente.
Ahora un equipo de físicos del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona, el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (Suiza) y  la Universidad de Viena (Austria) han logrado predecir con exactitud la probabilidad de eventos que violan de forma temporal la segunda ley de la termodinámica.
Los bloques que forman las células o los dispositivos nanotecnológicos están expuestos a colisiones, un ambiente fluctuante donde las leyes de la termodinámica se necesitan reescribir
Idearon un teorema de fluctuación matemática y lo pusieron a prueba utilizando una pequeña esfera de cristal, menor a 100 nm en diámetro, y atrapándola y levitándola mediante luz láser.
De esta forma se logró capturar la nanoesfera y mantenerla levitando en su lugar, así como medir su posición en las tres dimensiones del espacio con extrema precisión. Dentro de la trampa, la nanoesfera se mantiene en movimiento debido a colisiones con las moléculas de gas circundantes.
Utilizando una técnica para manipular la trampa de láser, los científicos lograron enfriar la nanoesfera por debajo de la temperatura del gas circundante, conduciéndola a un estado de inestabilidad. Después apagaron la refrigeración y observaron como la partícula lograba relajarse hacia una mayor temperatura a través de la transferencia de energía desde las moléculas de gas a la esfera.
Sin embargo, observaron que la pequeña esfera de cristal en ocasiones excepcionales no se comporta como debería según la segunda ley de la termodinámica: en vez de absorber calor, lo libera al gas de alrededor, que se encuentra más caliente.

El resultado y el teorema planteado confirma la existencia de limitaciones en la segunda ley a escala nanométrico, y sugiere su revisión. En este nanomundo se mueven objetos como los bloques constituyentes de las células vivas o dispositivos nanotecnológicos, que están expuestos continuamente a un zarandeo aleatorio debido al movimiento térmico de las moléculas que están a su alrededor. Según los autores, el marco teórico y experimental, publicado en la revista Nature Nanotechnology, puede tener aplicaciones en esos campos.
A medida que la miniaturización se acerca cada vez más a escalas nanométricas, las nanomáquinas experimentarán condiciones cada vez más aleatorias. Por tanto, los estudios futuros buscarán entender a fondo la física fundamental de los sistemas a nanoescala fuera de equilibrio. La investigación será fundamental para ayudar a comprender cómo las nanomáquinas se comportan en esas condiciones fluctuantes.

viernes, 11 de abril de 2014

Generan espectros estelares mediante reacciones nucleares con aceleradores

Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores (CNA), en colaboración con otras instituciones internacionales, han simulado en sus dispositivos los procesos que tienen lugar en las estrellas durante la nucleosíntesis de elementos. Somos capaces de generar espectros neutrónicos, idénticos a las estrellas, algo que no ha hecho nadie por ahora”, destacan los científicos.




Cuando una estrella consume todo el hidrógeno de su núcleo puede convertirse en una gigante roja. / CNA-web

Un equipo del Centro Nacional de Aceleradores (CNA, Universidad de Sevilla-Junta de Andalucía-CSIC) y otras instituciones internacionales han llevado a cabo medidas en el que simulan los procesos que tienen lugar en las estrellas durante la nucleosíntesis de elementos.
La nucleosíntesis es el proceso de creación de nuevos núcleos atómicos a partir de los nucleones preexistentes, protones y neutrones, para llegar a generar el resto de los elementos de la tabla periódica y sus isótopos. Los nucleones primigenios preexistentes se formaron a partir del plasma de quarks-gluones del Big Bang cuando se enfrió por debajo de los diez millones de grados. A este proceso se le llama nucleogénesis, es decir la formación de nucleones en el universo.
La nucleosíntesis de elementos ocurre principalmente en el interior de las estrellas mediante diferentes ciclos de reacciones nucleares hasta la formación del hierro, Fe, núcleo cuya repulsión eléctrica impide nuevas reacciones con otros núcleos a las temperaturas estelares.
A partir del hierro y hasta los elementos más pesados, estos y sus diferentes isótopos se forman casi exclusivamente por sucesivas capturas de neutrones y desintegraciones beta de los isótopos radioactivos que se van formando. Cada captura neutrónica da lugar a un nuevo isótopo y cada desintegración beta da lugar a un nuevo elemento.
En el caso de la nucleosíntesis estelar ocurre en las estrellas durante el proceso de evolución estelar en estados como novas, supernovas, las denominadas estrellas AGB  y aún son muchas las cuestiones a resolver en esta materia. En el CNA, donde se ha desarrollado la primera fuente de neutrones en España, es posible generar neutrones como aquellos estelares gracias a un método original de los investigadores involucrados en este proyecto. La idea es bombardear un blanco de litio (Li) con un haz de protones configurado energéticamente a una cierta distribución.
En concreto la reacción del isotopo 7Li genera de esta manera los neutrones con la distribución energética estelar. Con este método se ha medido en un acelerador la probabilidad de la reacción con tantalio (181Ta) en ambiente neutrónico estelar (a 30 kiloelectronvoltios), la energía más importante en nucleosíntesis. Todo el desarrollo experimental se ha realizado en el acelerador Tándem de 3 MV del CNA.
Según cuenta el investigador principal de este estudio, Javier Praena Rodríguez “somos capaces de generar espectros neutrónicos, idénticos a las estrellas, algo que no ha hecho nadie por ahora”.
El interés de este estudio radica en que el valor de la probabilidad de la reacción 181Ta puede influir en cómo se creó este elemento en las estrellas y los elementos más pesados que éste, así como sus cantidades relativas.

Datos valiosos para la astrofísica nuclear
Este tipo de espectros son de interés en astrofísica nuclear y validación de datos nucleares en campos como la tecnología nuclear y dosimetría. Si se modifica la energía del protón incidente, se pueden obtener neutrones, a través de la reacción nuclear 7Li con la energía que interese.
Mediante códigos de modelación estelar  se intenta reproducir las abundancias en el universo utilizando la probabilidad de la reacción 181Ta. Esto ayuda a entender cómo se formó el actual sistema solar a partir de estrellas anteriores situadas en esta zona de la Vía Láctea.
Cuando una estrella consume todo el hidrógeno de su núcleo, éste se contrae mientras su temperatura aumenta, lo que provoca que sus capas externas se expandan y se enfríen. La estrella se convierte así en una gigante roja.

El CERN confirma la existencia de un nuevo tipo de hadrón

La colaboración científica LHCb del CERN ha anunciado este miercoles que han encontrado un hadrón muy raro denominado Z(4430). Los hadrones son partículas subatómicas formadas por quarks unidos por la interacción nuclear fuerte. Pueden ser bariones o mesones, pero ahora se incorpora este extraño tipo de materia que no es ninguno de los dos.


Vista de los imanes del experimento LHCb. /CERN

Los hadrones o partículas formadas por quarks, la materia que compone los átomos y a nosotros mismos, se clasifica en dos tipos: bariones (formados por tres quarks, como el protón y el neutrón del núcleo del átomo) y mesones (formados por un par quark-antiquark, su antipartícula). Sin embargo, la colaboración LHCb ha encontrado una evidencia incontrovertible de que existe una partícula, llamada Z(4430), con una masa aproximadamente cuatro veces la del protón, que tiene al menos cuatro quarks, dos quarks y dos antiquarks para ser exactos. Es decir, que no encaja en el esquema tradicional.
La partícula Z(4430) es un estado cuántico, una verdadera partícula
La evidencia hecha pública este miercoles confirma un resultado anterior del experimento Belle (2008), pero ahora con una evidencia abrumadora. Los investigadores de LHCb han analizado más de 25.000 desintegraciones de mesones B, y los datos indican que Z(4430) se trata de un estado cuántico, una partícula verdadera, con un nivel de significancia estadística cercano a 14 sigma (la evidencia de que se trata de una verdadera observación y no el resultado de algún error en la medida).
Para Bernardo Adeva, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) participante en el experimento LHCb, "el resultado tiene gran importancia en el estudio de la cromodinámica cuántica (QCD), que estudia las interacciones fuertes o nucleares", continúa el investigador. La fuerza fuerte es una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, que permite que el núcleo atómico se mantenga unido.

sábado, 5 de abril de 2014

Desintegracion de isótopos ricos en electrones

Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Estructura de la Materia (IEM-CSIC) ha realizado un experimento para estudiar la desintegración beta de isótopos muy ricos en neutrones de los elementos indio, cadmio, plata y paladio (con números atómicos del 49 a 46), situados alrededor del cierre de capas para 82 neutrones.
Los resultados, publicados en la revista Physical Review Letters, suponen los primeros indicios de un cambio en la estructura de capas lejos de la estabilidad, lo que, según los autores del artículo, tiene consecuencias relevantes en la síntesis de los elementos de nuestro universo.
"El estudio de esta evolución de la estructura de capas es uno de los temas más importantes en la investigación de la estructura nuclear”
En este artículo se incluye el estudio de las desintegraciones de dos isótopos de cadmio con 83 y 84 neutrones, respectivamente, lo que ha permitido identificar un nuevo estado excitado en el isótopo del indio de 82 neutrones. Este núcleo se obtiene al quitar un protón a un isótopo del estaño (Sn), esto es, corresponde a un 'hueco' de un protón en el 132Sn.
“Desde los trabajos pioneros de Goeppert-Mayer, Jensen, Haxel y Suess (los dos primeros premios Nobel en 1963), la evidencia experimental de que núcleos con determinados números de protones y neutrones (números mágicos) son más estables que otros se atribuye a una interacción fuerte entre el espín y el momento angular orbital de los nucleones”, señala la doctora Andrea Jungclaus, investigadora del IEM-CSIC y autora del artículo.
La investigadora continúa: “Sin embargo, desde hace ya más de veinte años sabemos que esta estructura de capas cambia en regiones lejos del valle de estabilidad, es decir en núcleos exóticos con un exceso de protones o neutrones muy grande. El estudio de esta evolución de la estructura de capas es uno de los temas más importantes en la investigación de la estructura nuclear hoy en día”.
La energía de este estado de hueco es crucial porque permite realizar por primera vez cálculos de modelo de capas, que proporcionan un estudio detallado de los núcleos por debajo del 132Sn. Estos núcleos no son experimentalmente accesibles pero son muy importantes para la nucleosíntesis. Así se han podido detectar los primeros indicios de un cambio en la estructura de capas en esta región muy lejos de la estabilidad, que tiene consecuencias muy relevantes en la síntesis de los elementos de nuestro universo.
La parte experimental de este estudio ha sido llevada a cabo en la Radioactive Isotope Beam Factory del laboratorio japonés RIKEN, en Tokio (Japón).